Hemos estado hablando del amor, la humildad y el servicio. El día del Padre es una excelente oportunidad de que como papás apliquemos estas virtudes a nuestra vida y las transmitamos a nuestros hijos. Pero para ello, no sólo necesitamos creerlas, sino debemos vivirlas y ser ejemplo de ellas. El estar estudiando las virtudes que debemos agregar como piedad a nuestra vida nos ayuda a tener una visión clara de lo que queremos formar en nuestros hijos. Tanto papás como mamás, estamos llamados a formar y guiar a nuestros hijos hacia el propósito de Dios.