Creciendo en santidad sexual, controlemos nuestro cuerpo por amor para así usar nuestra sexualidad en santidad. Pablo pacientemente instruye a los tesalonicenses a amar a Dios y a su prójimo en un área en particular, su sexualidad. Los ayuda a ver que el Señor desea que su sexualidad sea ejercida en santificación y honor y no en pasión egoísta. La Biblia enseña que aquellos que están en Cristo, agradan a Dios con su sexualidad, cuando la ejercen por amor dentro del contexto del matrimonio entre un hombre y una mujer. El pasaje también nos sugiere que una poderosa clave para crecer en santidad sexual es crecer en amor para con nuestro prójimo.